Los que lo conocen dan testimonio fiel de sus historias.
Quizás entre risas y exageraciones, su fama como narrador trasciende los
espacios en que coinciden los que como yo, lo consideramos un amigo.
Su vestir tradicional y su rostro sereno adornado por un
peculiar bigote del que no quiere desprenderse, lo retratan como el guajiro de
costumbres dichosas que aún conserva la magia de contar leyendas, tradiciones y
fábulas al oído curioso. Entre plantas de café descomunales, delfines varados
que desafían longitudes y la magia del ballenato, narra Tomás Elías Ramírez los
curiosos sucesos de Guamá.
Cuenta Tomás Elías que vivía este hombre cerca del pueblito
de Uvero, en el municipio Guamá. Le apodaban “El toro de Bayamita” porque tenía
muchas historias que demostraban que era un hombre muy valiente, muy guapo y
muy respetado.
Hay algunas rimas alrededor de su vida, en especial aquella
que reza: “Ha llegado Martín Pérez, el papá de todos los hombres y marido de
todas las mujeres”.
Cuentan que cuando iba a una fiesta lanzaba aquella rima y
decía: “La fiesta dura hasta las 12”. Llegaba allí, tomaba a una muchacha, la
montaba en el caballo y se la llevaba. Cuando regresaba a dejar a la muchacha,
la fiesta ya debía haber acabado.
A veces llegaba hasta una fonda, pedía una rueda de cigarros
y una botella de ron, miraba para los costados, al que estuviese cerca y decía
señalándolo: “Paga este”. Se iba y cuando regresaba, el señalado tenía que
haber pagado o le ajustaba las cuentas.
En otras ocasiones iba hasta una casa y llegando le decía al
dueño: “Ponte a cocinarme algo que me toca a mi”. Ya el hombre sabía que tenía
que cocinarle a Martín, que se iba a acostar con su esposa.
Era tanto el miedo de algunas personas hacia aquel hombre,
que en una ocasión uno salió huyendo de Martín. Y cuando va pasando la cerca
siente que algo le corta y grita “Ay Martín, no me mates”. Y realmente era la
cerca que le estaba rasgando la espalda, pero del miedo, aquel hombre no lo pudo
averiguar.
Otras de las rimas eran: “Ha llegado Martín Pérez, el Toro de
Bayamita, prepárense mujeres que esto se acaba ahorita”, y otra que decía:
“Bailen, bailen, bailadores. Bailen, bailen, señoritas, ha llegado Martín Pérez,
el Toro de Bayamita”.
Cuenta Elías que en una ocasión dijo que cuando él muriera
que lo enterraran a lo largo de un bastón, como el que usaba. Hay un lugar que
se llama La Ceiba, un cementerio al lado de la costa. La única tumba que está
al revés, puesta frente al mar y que tenía, porque duró muchos años, un piñón,
es la de Martín Pérez.
Cuentan que tuvieron que cantarle “la grulla”, que es como se
dice popularmente cuando una persona no quiere morirse. Lo dieron por muerto y
tres veces fueron a llevarle las coronas. Tres veces el hombre vivió. Duró más
de 100 años.
Esa es la leyenda. Fue un hombre tan intenso en sus amores y
en las andanzas, que tuvo hijos con dos pares de hermanas, y también con una
madre y su hija.
Elías cuenta que según los estudios, Martín Pérez fue a la
guerra del 95 con 15 años. Al terminar la contienda quedó en él ese espíritu
belicoso de la guerra, del combate, que lo llevó a ser un hombre temerario.
En una ocasión tres hombres lo agarraron y lo machetearon,
uno de los cortes fue en la cabeza y se dice que le calleron gusanos. Cuando
logró curarse los cogió uno a uno y les propinó tremendas palizas. Eso es parte
de la leyenda.
Dicen que era un hombre de 1.60, 1.62 metros quizás, mulato y
buen peleador. Elías entrevistó a familiares, amigos, una señora que le llevó
las coronas, y todos coinciden en que era un hombre de estatura pequeña, pero
muy fuerte. Los otros detalles, asegura, parecen ser inventados por la propia
gente.
Brotan así las leyendas de Guamá en la voz de Elías, periodista
de Radio Coral. Tesoros orales que guarda la memoria popular, esperando ser
rescatados y que el mundo moderno merece escuchar. Es el sabor dulce de la
historia trastocada en mitos con una pizca de realidad entre nuestras montañas.
Nota: La historia de
Martín Pérez aquí narrada, fue transcrita exactamente como la contara Tomás
Elías. Si usted conoce otros detalles de la historia del Toro de Bayamita es
libre de contárnosla en este post.
Excelente mi hermano....Abrazos a Elpido Valdés, buen socio, cubano como las palmas reales...
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