lunes, 19 de noviembre de 2018

¿Donde quedaron los Instructores de Arte?


Por Javier Labrada García

A inicios de este siglo una idea germinó en la mente y el corazón de autoridades cubanas. Su objetivo era masificar el arte y la cultura en todos los rincones del país. Nacía así el Programa de Formación de Instructores de Arte, un hermoso sueño. Casi 20 años después sus fronteras se han desdibujado. ¿Qué ha sucedido?
Oendis Vázquez Torreblanca es Instructor de Arte de la Especialidad de Teatro de la Sexta Graduación. Él, como muchos otros en este municipio, aunque mantienen sus vínculos con el arte, se encuentra hoy por otro camino. 

“La idea inicial de este proyecto era llevar la cultura y el arte a los más recónditos lugares de nuestra población, de forma tal que dentro de 10 años Cuba sería el país más culto del mundo. Realmente una idea maravillosa del Comandante Fidel Castro, teniendo en cuenta que a las comunidades más intrincadas, a las personas más desfavorecidas pudiese llegar el arte de una manera más sublime, más espléndida”. Me dice que el objetivo principal siempre fue que las personas aprendieran a apreciar el arte.

De ahí nace la Brigada de Instructores de Arte, que con una visión genuina de aquella tarea la emprende en las diferentes comunidades, logrando que se fundamente y se desarrolle el movimiento de artistas aficionados, sobre todo en las zonas de montaña.


Tercer Frente es un municipio montañoso casi en su totalidad, cien por ciento Plan Turquino y con muchas comunidades intrincadas. Aquí se aprecia el desarrollo de diversas manifestaciones artíticas, propiciado por los propios Instructores de arte en sus andanzas.

Explica Oendis: “Al principio la estrategia fue muy buena, ya que la Brigada se subordinaba directamente al Ministerio de Cultura y de ahí emprendía su trabajo en las escuelas y comunidades. Después, esto cambió. Se empezó a administrar directamente desde la Dirección Municipal de Educación, y el trabajo sociocultura se hacía en colaboración con Cultura a través de una Circular o Resolución Conjunta denominada MINED-MINCULT (Ministerio de Educación- Ministerio de Cultura). A través de esta se establecía un convenio de trabajo para desarrollar la actividad cultural”.


A partir del momento en que el escenario principal comienza a ser la escuela, inician a su vez una serie de limitaciones y restricciones, atendiendo fundamentalmente a divergencias de conceptos entre Educación y Cultura, y realmente no se ha podido fundamentar ese trabajo que se vino haciendo desde sus inicios con la primera graduación de Instructores de Arte.

“En mi opinión, también por el lado nuestro, un poco se confundió el concepto del por qué los Instructores de Arte, no se nos explicó en determinado momento cuáles eran las ideas esenciales de esa misión, los objetivos específicos, qué ibamos a hacer y cómo nos graduaríamos al final y qué seríamos. A partir de ahí hubo un choque porque se graduaron muchos instructores que, al no conocer específicamente sus funciones y al no alcanzar ese nivel de madurés profesional, artística o pedagógica, no han podido desarrollar con calidad su profesión”.

Hoy muchos desconocen qué es una obra de arte, cómo apreciarla desde las diferentes manifestaciones. Se desconoce que el arte no es estático, que está en constante transformación y que evoluciona día a día. De ahí parte la superación diaria del artista que tiene que prepararse constantemente para estar a la par de las condiciones del mundo actual. Eso no ha ocurrido con los Instructores.

“Como artistas nos falta mcho en esa tarea de apreciar una obra de arte, para poder luego inculcarle, enseñarle a ese público creador y contribuir a la formación de los espectadores”, asegura Oendis.

Tercer Frente cuenta con un total de 52 Instructores de Arte. De ellos 48 están en el sistema educacional, de los cuales 20 son ruteros llegando a las comunidades de difícil acceso; 1 en el sistema de casa de cultura, 2 en el Conjunto Artístico Integral de Montaña y 6 cumpliendo otras funciones: 3 como cuadros de la juventud, 2 en educación y 1 en la Universidad como Jefa de Carrera.

De estos 48, 8 son de la modalidad de Artes Plásticas, 14 de música, 15 de danza y 11 de teatro, ubicados en los 8 Consejos Populares del Municipio. 33 de estos instructores son licenciados, 8 se encuentran estudiando en la licenciatura, 2 son cuadros profesionales y 16 dirigentes de base.

No es menos cierto que son un hermoso proyecto, pero muchas veces carecen de los recursos y el apoyo necesarios. Espero que en un futuro no debamos hacernos la pregunta “¿Dónde quedaron los Instructores de Arte?”.

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