Como arqueólogos, tras el secreto
mejor guardado de la humanidad (que no es poco), por caminos vírgenes al paso
habitual, por donde el monte y sus criaturas se mezclan con el camino real, desempolvamos
la verdadera ruta funeraria de José Martí. Sociedad Cultural, Movimiento
Juvenil Martiano, artistas aficionados. Todos juntos en una cruzada que
reescribe una página casi olvidada por nuestra historiografía.
Partimos desde el Cementerio de
Remanganaguas, en el municipio Contramaestre, sitio que en el siglo XIX
pertenecía a la parroquia de Palma Soriano. Aquí llegó el cadáver del Apóstol
el 20 de mayo de 1895, a las 3 de la tarde y fue enterrado en una fosa común.
Encima colocaron el cadáver de un sargento español.
Entrada al Cementerio de Remanganaguas |
Nos cuenta Arnoldo Fernández,
Periodista e Historiador de Contramaestre, que en aquellos años el cementerio
no tenía cerca, muy pocos muertos enterrados en aquel lugar, por lo que los
soldados españoles escogieron la parte final del cementerio para enterrar el
cuerpo sin vida de Martí, en un intento también de obstaculizar la persecución
de las fuerzas mambisas que, encabezadas por Máximo Gómez, pretendían recuperar
el cuerpo.
Allí, una ofrenda floral a nombre
de la Sociedad Cultural José Martí fue depositada a los pies del obelisco donde
se puede leer, en negras letras sobre el mármol: “En este lugar recibió, por
primera vez, cristiana sepultura el cadáver de nuestro Martí”. El monumento fue
inaugurado oficialmente el 28 de enero de 1953.
El ritual de escuchar el Corazón de la Patria |
El oído en tierra para sentir el
latido del Corazón de la Patria dio un matiz de espiritualidad a un amanecer ya
solemne. La tierra purificada con la savia del más preclaro de los cubanos
observando a los Pinos nuevos reviviendo la historia. Guitarra en mano, los
dedos nerviosos que hacen temblar las cuerdas y el coro que canta al hombre
“hecho de fuego, sangre y sudor”.
12 Kilómetros y medio nos separan
de Arroyo Blanco, en Palma Soriano. Al dejar el cementerio a los cruzados nos
queda la certeza que nada nos detiene, como si el espíritu de Martí hubiese
comprendido la necesidad de nuestra misión en la tierra Santa.
Llegamos a Los Pasos. Allí la
comunidad reunida nos acoge entre música, bailarinas españolas, presentaciones
de libros. Alfonso Gutiérrez “Pachango”, canta “La Wi-Fi” y el público corea su
picardía. La Sociedad Cultural José Martí realiza un donativo de volúmenes
vinculados al Héroe Nacional dirigido a las bibliotecas de las escuelas de la
Ruta Martiana. Una verdadera mesa, más que cubana, campesina, cargada de frutas
nos anima a seguir el camino.
Alfonso Gutiérrez “Pachango”, canta “La Wi-Fi” |
La Sociedad Cultural José Martí realiza donativo de libros |
Nos encaminamos hacia el
Anoncillo de Juan Varón, a cuya sombra descansó el cadáver de José Martí, cerca
de las 12 del medio día del 25 de Mayo de 1895.
Gracias hermano, por esa hermosa crónica de la Ruta Martiana profunda, la de la verdadera Ruta funeraria de José Martí.....
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