sábado, 28 de abril de 2018

Caminando hacia la tormenta

Hacía solo un rato que había salido de mi casa. Las nubes en el horizonte presagiaban una brutal llovizna sobre la tierra. Cuando iniciaba mi camino las luces de los hogares desaparecieron. Aquel inesperado apagón solo duró unos minutos, pero mientras retomaba mi camino me atrapó la extraña sensación de encontrarme en una tierra desconocida. 
La calle tantas veces recorrida me pareció ahora nueva a mi memoria. Me parecía estar a horas de mi destino. Sigo mi camino. Los rayos razgaban y herían las nubes sobre mi cabeza. Pero no sangraban aún. La luz de los relámpagos iluminaba el camino, proyectaba una nebulosa silueta contra el piso.
Todas las criaturas terrestres q se cruzaron en mi camino iban en dirección contraria. Finalmente la lluvia torrencial inundó las calles y la sombra cubrió los ojos. El viento soplaba acompañando la tormenta. 
En mi refugio momentáneo tuve la sensación de impotencia q debió sentir Noé ante lo inevitable del diluvio. Luego de unos 10 minutos cesó la lluvia. Ya en mi destino, reflexiono un instante sobre cómo el clima nos provoca tantos sentimientos terribles, tantas imágenes fantasmales. "La Cacería Salvaje" atravesó mi tierra esta noche. A mi me quedó el recuerdo de ser protagonista de un recorrido q me asustó, lo admito. Un sendero q trae la sensación de estar caminando hacia la tormenta.

Nota: Este texto fue originalmente publicado el 24 de abril de 2018 en mi cuenta en Facebook. Ahora lo reprodusco en mi blog íntegramente.

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